Por Vanessa Rivas
Cuando se aproximaba el año 2000, las personas comenzaron a hacer cosas extrañas, pensando que el fin del mundo se encontraba cerca. Algunos compraron cantidades grandes de comida enlatada. Otros comenzaron a crear refugios subterráneos. Incluso otros huyeron a las cimas de las montañas para que Jesús los pudiera ver si por alguna razón decidía venir en la víspera de Año Nuevo. Mientras que algunas personas pasaron por los complicados preparativos para el nuevo milenio, la preparación para la venida de Cristo Jesús es bastante simple.
Si usted cree que Él va a volver mañana, sólo tiene
que vivir como si Él viniera hoy. En otras palabras, la única manera en la cual
va a estar listo para su venida mañana, es si está listo para su venida hoy. Estar
preparado para la venida de Jesús no significa abastecerse de latas de sopa y
botellas de agua para almacenarlas. Significa vivir expectantes, manteniendo
nuestros ojos fijos en Él todos los días para que cuando el Día del Señor
venga, esté listo para ir con Él. Claro, es posible que no nos sintamos listos
para dejar esta vida y pasar a la siguiente. La gente de Tesalónica podía
identificarse con este sentimiento, sin embargo Pablo les escribió las cartas
para recordarles que este mundo no es nuestro hogar permanente. Listos o no,
todos vamos a tener que dejar este mundo atrás y, conocer lo que viene mañana
hace toda la diferencia en la forma en que elegimos vivir hoy.
Living expectantly (1 Thess 5)
by Vanessa Rivas
by Vanessa Rivas
When the year 2,000 was coming near, people
started doing some weird things, thinking that the end of the world was right
around the corner. Some people loaded up on canned good. Others got serious
about digging underground shelters. Still others went away on a hilltop so
Jesus would be sure to see them just in case he came on New Year’s Eve. While
some people went through elaborate preparations for the new millennium,
preparing for Jesus Christ return is quite simple.
If you believe is coming back tomorrow, just
live like he’s coming today. In other words, the only way you'll be ready for
him tomorrow is if you're ready today. Being ready for Jesus’ return doesn't mean stocking up on soup cans and water bottles in your cabinets. It means
living expectantly and keeping our eyes on him everyday so that when the last
day comes you will be ready to go. Sure, we may not feel like you're ready to
leave this life and move on to the next one. The people of Thessalonica could relate
to these feelings but Paul wrote these letters reminding them that this world
is not our permanent home. Ready or not we will all have to leave it behind one
day and knowing what’s coming tomorrow makes all the difference in how we
choose to live today.