Life at Port represents many new things: a new country, new
friends, different foods and a new bed. In the midst of so many new things, it
is important to consider why we are here. For some, it is time to
consider the next step in their lives. For others, it is the beginning of a
life of truly walking with the Lord in total dependency. No matter what the reason we have for coming to Port, we can all learn to decrease in order that God, by His Holy
Spirit living in us, can change who we are so that we can allow Christ to live
His life through us to reflect His character (John 3:30). What then is the
reason for being here? It is to grow in our understanding of why we were
created, to live fully dependent on God by the indwelling life of His Spirit within
us, and as a result of this dependency, to allow Christ to live that life that
was offered to us in the cross and powered by the victory of the resurrection.
This is our hope. Everything that He is, reflected in the way we live
(Colossians 1:27).
La vida en Portantorchas significa muchas cosas: un país nuevo, nuevos amigos, comida diferente e inclusive una cama nueva. Sin embargo lo que debemos tomar en consideración es la razón por la que estamos aquí. Para algunos es solo un tiempo para poder entender cuál es el siguiente paso a tomar en sus vidas, para otros es el comienzo del camino que nos llevara de manera verdadera a vivir en dependencia total de Dios. Sin importar la razón que los traiga aquí, durante el tiempo en Porta, podemos aprender nuestra necesidad de disminuir para que Dios a través de Su Espíritu que vive en nosotros, cambie quien somos, para que podamos permitirle a Cristo vivir Su vida a través de nosotros para que podamos reflejar Su carácter (Juan 3:30). Entonces, cual es la razon de estar aquí? Para comprender el propósito por el cual fuimos creados, el cual es vivir en dependencia absoluta de Dios mediante Su Espíritu que mora en nuestro interior. De la misma manera debido a este estado de dependencia, Cristo puede vivir esa vida que fue ofrecida a nosotros por Su muerte y resurrección. Esta es nuestra esperanza, que todo lo que Él es, pueda ser reflejado en la manera en que vivimos (Colosenses 1:27).
